Estaba allí con mi padre, en la puerta del que sería mi nuevo colegio, cuando una niña se acercó a mi.
- ¿Cómo te llamas ?
- Natalia, le contesté.
- Yo me llamo Malak.
- ¡ Qué raro !
- Es que mi padre es de Marruecos, mira de aquí. Y abrió una cartulina donde se podía ver un mapa de África y muchas fotografías. - Éste es el "Sajara" - dijo pronunciando muy fuerte la "j ". Ahora estamos estudiando los desiertos.
En ese momento, sonó el timbre y la vi desaparecer entre los demás niños.
Entramos, el director nos estaba esperando para acompañarnos a mi nueva clase.
Al llegar, vi a Malak sonriendo y justo a su lado un asiento vacío, allí fue donde me indicó la maestra que podía sentarme.
Otra niña de aquel grupo me preguntó: ¿ Te gustan las plantas ? Sin darme tiempo a responder me dijo: Puedes traer una, para poner bonita la clase.
Fue en ese momento cuando me di cuenta que todas las ventanas que rodeaban la clase estaban llenas de macetas.
- ¿ Se habéis acordado de traer los trompos para jugar ? - preguntó la maestra.
Se acercó hasta mi - ¿Sabes jugar al trompo ?
- Un poquito, contesté.
Abrió la mano y dejó sobre mi mesa un trompo azul brillante. - Te dejo el mío.
Dirigiéndose a toda la clase comentó, bueno vamos a comenzar, el primer equipo que exponga su trabajo de los desiertos.
Allí estaba Malak, con otros niños, hablando a una velocidad increíble.
Yo me fui tranquilizando mientras repetía en mi mente; una maestra que le gusta bailar el trompo, una maestra que le gusta bailar el trompo....
Realizado por:
Egara Casanova,
Noviembre-2012
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